Sociedad de Artesanos y Socorros Mutuos de Brea de Aragón
Los antecedentes
Desde la baja Edad Media y el Renacimiento funcionaron asociaciones de gremios y cofradías, integradas por artesanos y comerciantes, con el objetivo de defender intereses comerciales y corporativos. Junto a ellas, aparecieron cofradías de carácter benéfico asistencial casi siempre al amparo de la iglesia y radicadas en las ciudades. No fue hasta el siglo XVII cuando esas cofradías se extendieron al medio rural, como la llamada Unión de labradores fundada en Cosuenda a mediados de ese siglo para mejorar las condiciones de vida de los campesinos. A mitad del siglo XIX, después de la desamortización que restó influencia a la iglesia, muchas cofradías comenzaron a desaparecer, dejando espacio a la aparición de las sociedades de socorros mutuos. Es en esas fechas cuando, según la tradición popular, surge la Sociedad de Socorros Mutuos de Brea de Aragón, siguiendo la estela de un casino fundado unos meses antes.
La fundación
Según reza la tradición, la fundación de la Sociedad de Artesanos de Brea de Aragón tuvo lugar en 1864, y se debió a la idea de un párroco recién llegado a Brea, llamado Alejandro Sinaga Castán. «Mosen Alejandro maduró su idea, la expuso a un grupo de mozos que con él merendaban en la era de la ermita el día de San Blasico (4 de febrero). De allí salió, hace ya un siglo, la “Sociedad de Artesanos y Socorros Mutuos” de Brea de Aragón». Menciona como fundadores de la misma a Manuel Borobia, Joaquín Asensio, Vicente Berdejo, Andrés Roy, Alejos Benedí, Juan Vela, Nicasio Ucedo, Víctor Vela, Pedro Borobia, Cayo Vela (que hoy posee una calle en el pueblo), Miguel Casorrán, Pedro Marqueta, Domingo Berdejo, Pedro Lavilla y David Forniés.
El primer documento escrito que se conserva es un cuadernillo de estatutos que se halla en el archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza, fechado a finales de enero de 1877 en el que los miembros de la Junta Directiva de la Sociedad de Artesanos remiten un oficio al gobernador civil de la provincia, en el que exponen que la misma posee «la experiencia de diez años demostrada» y «ante la necesidad de formar un nuevo reglamento, suficiente a dar cumplimiento a todas y cada una de las necesidades que pudieron ocurrir y que en sus primitivas ordinaciones no hubieron de ser previstas, se acordó la formación de una nueva cartilla, la que examinada con la mayor atención en todas sus partes, en sesión general habida en diez y seis de enero del año actual (1877) fue aprobada por unanimidad y al efecto se autorizó a los señores de la Junta de Gobierno para proceder a su inserción, si como es natural, obtuviese la aprobación de VE., cuya gracia desean los exponentes y cuyo fin ha motivado la presente solicitud» (firmado: El Presidente de la Sociedad: Antonio Roy a 30 de octubre de 1877). El presidente solicita al gobernador civil “se digne dar su aprobación con el objeto de crear una sociedad bajo el título de “Sociedad de Socorros de enfermos e inútiles bajo la invocación de Santa Ana, compuesta por artesanos industriales vecinos del mencionado pueblo de Brea, con el fin de socorrerse mutuamente cuando se hallen enfermos e inutilizados para el trabajo, a cuyo objeto acompañan el correspondiente reglamento bajo cuyas bases ha de regirse dicha Sociedad”.
Se da la circunstancia de que la Cofradía de Santa Ana tiene una actividad importante hasta 1860, fecha a partir de la cual decae hasta desaparecer en 1866. Es curioso que desaparezca la Cofradía y la Sociedad de Socorros se intitule en honor a la patrona del pueblo. Por lo que es fácil suponer que la Mutualidad “heredó” algunas funciones societarias que ya poseía la antigua Hermandad.
A estos primeros estatutos conservados le siguieron cinco textos legales más que han regido la vida de la Entidad: 1916, 1922, 1934, 1950 y 1988, la mayoría de ellos adaptándose a las circunstancias socio-políticas españolas de cada época, aunque bien es cierto que todos hasta 1934, de acuerdo con la Ley de Asociaciones de 1887. La refundación de 1950 se debe al proceso depurativo que sufrieron todas las asociaciones españolas durante el primer Franquismo y los Estatutos vigentes al amparo de la Ley de Cooperativas. En sus 150 años de vida, la Sociedad ha tenido distintas denominaciones: “Sociedad de Socorros de Brea”; posteriormente “Sociedad de obreros artesanos”; para pasar a llamarse “Sociedad de Artesanos”; y, a partir de 1950, “Sociedad de Artesanos y Socorros mutuos”, añadiéndose en 1988 «por imperativo legal» la coletilla “de Previsión Social”, siendo la actual denominación “SOCIEDAD DE ARTESANOS Y SOCORROS MUTUOS DE PREVISIÓN SOCIAL”.